La Unión Europea ha lanzado una ambiciosa estrategia “AI First” con la que busca reducir la distancia que la separa de Estados Unidos y China en el desarrollo de inteligencia artificial. Con una inversión inicial de unos mil millones de euros, Bruselas pretende impulsar el uso de la IA en sectores clave de la economía europea, desde la robótica hasta la automoción.
Según la Comisión Europea, los fondos procederán de programas ya existentes y se destinarán a proyectos como la conducción autónoma en ciudades europeas o la creación de centros de salud apoyados por inteligencia artificial. Parte de la financiación también servirá para reforzar la investigación, ofreciendo a científicos y desarrolladores acceso a potentes centros de cálculo especializados en IA.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que la inteligencia artificial permitirá “encontrar soluciones más inteligentes, rápidas y asequibles”. Añadió que la UE impulsará esta mentalidad “AI First” en todos los sectores estratégicos, incluyendo la energía, la sanidad, la automoción y la industria robótica.
La nueva estrategia propone que, ante cualquier desafío tecnológico o económico, las empresas europeas consideren primero el uso de la IA como herramienta de innovación y eficiencia. No obstante, los responsables europeos subrayan que esta orientación no debe pasar por alto los riesgos inherentes a la tecnología, como los relacionados con la ética, la privacidad o la seguridad de los datos.
Con este movimiento, la UE pretende no solo competir en la carrera global de la inteligencia artificial, sino también establecer un modelo de desarrollo responsable, centrado en el bienestar social y en la sostenibilidad tecnológica.
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