Qué es Z.AI
Z.AI es una plataforma de chat con inteligencia artificial que permite preguntar, generar contenido y prototipar ideas directamente desde el navegador, con un plan gratuito para empezar de inmediato. Está impulsada por sus modelos propios GLM-4.5 y GLM-4.6, enfocados en razonamiento y código.
Cómo funciona
- Modelo base: La serie GLM (General Language Model) potencia la experiencia. En 2025, GLM-4.5 y GLM-4.6 mejoraron el razonamiento, la codificación y las capacidades “agénticas” (descomponer tareas y orquestar pasos).
- Interfaz web simple: Entras, inicias sesión y chateas. Sin instalaciones, compatible con cualquier navegador moderno.
- API y gestión: Panel para crear claves, fijar límites de uso y gestionar facturación: pensado tanto para usuarios finales como para equipos y desarrolladores.
- Gratis… con matices: El chat es gratuito para uso básico. Para escalar, integrar o automatizar con API, se aplican planes y límites según consumo.
Qué puede hacer hoy
- Responder y explicar contenidos generales y técnicos.
- Escritura y edición de textos (artículos, emails, resúmenes).
- Asistencia en programación (énfasis en codificación y depuración con GLM-4.6).
- Interacciones tipo agente: ejecuta tareas por pasos, útil para automatizar flujos simples sin programar en exceso.
- Modelo propio y reciente: GLM-4.6 prioriza razonamiento y código.
- Coste y rendimiento: Enfatiza eficiencia y relación calidad/precio, especialmente si se usa la API a volumen.
- Acceso inmediato: Web lista para usar y panel claro de API/billing para pasar de prueba a piloto sin fricción.
Experiencia de escritorio
Si prefieres usarla como “app” en tu ordenador, puedes envolver Z.AI con una solución de escritorio para macOS y Windows. Es un wrapper no oficial: útil para tener una ventana dedicada y multicuenta, sin funciones nativas adicionales.
Guía rápida: de 0 a MVP en 15 minutos
- Prueba en web: formula 3–5 preguntas reales de tu caso (marketing, producto, código). Evalúa calidad + velocidad.
- Micro-brief de validación: pide un esquema y un borrador (landing, email o snippet de código). Itera dos veces midiendo claridad y errores.
- Mini-piloto con API: si la salida te sirve, crea una API key y automatiza un proceso repetitivo (p. ej., resumen de tickets). Supervisa tokens y latencia.
- Métricas desde el día 1: calidad percibida, % de respuestas útiles, tiempo ahorrado y coste por tarea. Si no supera tu baseline, mata el experimento y prueba otra vía.
Casos de usos
- Redacción estructurada: briefs, FAQs, notas de release.
- Soporte interno: convertir documentos en respuestas tipo knowledge base.
- Asistencia a devs: explicar errores, generar tests y proponer refactors rápidos.
Comparativa express
- Frente a ChatGPT / Claude / Gemini: compite en razonamiento y coste. La ventaja real depende del caso: código, idioma, herramientas disponibles y latencia.
- Frente a DeepSeek: se posiciona como opción más económica en ciertos escenarios; la métrica final dependerá de tu volumen y acuerdos.
Buenas prácticas para sacarle partido
- Prompts con contexto: objetivo, tono, longitud y ejemplos.
- “Fail fast, learn faster”: ciclos cortos de prueba–medición–ajuste con KPIs simples.
- Plan B: mantén 2–3 alternativas en paralelo (modelo o proveedor) antes de ir all-in.
- Trazabilidad editorial: para piezas públicas, añade una segunda lectura humana y control de fuentes.
Conclusión
Z.AI se movió rápido en 2025 con GLM-4.6 y una propuesta clara: entra gratis, escala cuando tenga sentido. Si trabajas en producto, marketing o desarrollo, vale la pena un piloto comparado con tus otras opciones. Mide desde el minuto uno y quédate con lo que realmente aporte valor.
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