La estrepitosa caída de Builder.ai, una startup británica respaldada por Microsoft y valorada en su momento en 1.500 millones de dólares, ha sacudido al mundo tecnológico. La empresa, que afirmaba ofrecer desarrollo de aplicaciones impulsado por inteligencia artificial, en realidad empleaba a más de 700 ingenieros en India para realizar el trabajo manualmente.
Además, Builder.ai está bajo investigación por prácticas financieras fraudulentas, incluyendo la creación de ventas ficticias mediante facturación cruzada con VerSe Innovation, la empresa matriz de Dailyhunt. Estas acciones inflaron artificialmente los ingresos reportados, engañando a inversores y stakeholders.
El fundador, Sachin Dev Duggal, renunció en febrero de 2025 en medio de acusaciones de inflar los ingresos en un 300%. Posteriormente, la empresa se declaró en insolvencia tras el embargo de 37 millones de dólares por parte de un prestamista y la congelación de sus cuentas restantes.
Este caso destaca los riesgos de confiar ciegamente en afirmaciones de inteligencia artificial sin la debida diligencia. Inversionistas y empresas deben ser cautelosos y verificar la autenticidad de las tecnologías antes de comprometer recursos significativos.
